Un ejemplo concreto de cómo lidiar con “nuestro acosador interno”

Un ejemplo concreto de cómo lidiar con “nuestro acosador interno”

Hoy te quiero compartir un escrito de una persona realmente auténtica. (Una cualidad a la que llegamos sólo cuando podemos aceptarnos con todos nuestros defectos y cualidades)

Ella es Cheryl Richardson,  coach y escritora. La descubrí hace unos cinco años en un programa de radio estadounidense (Hay House Radio). Durante varios meses seguí sintonizando su show, siempre entusiasmada.

Aún después de un tremendo éxito con sus  libros, conferencias y carrera profesional, Cheryl comparte en un Facebook Post muy sincero (como suele ser su estilo), cómo aún sigue lidiando con su crítico interno.

En realidad, todos tenemos un crítico interno. Pero es más peligroso cuando aún no lo hemos descubierto; cuando aún no sabemos qué es lo que nos dice o cuando no hemos aprendido a separar su voz de la nuestra.

Aquí te va la traducción:

Cómo Cheryl Richardson maneja a su auto-bully

(y también tú puedes hacerlo):

“A veces la voz de mi “acosador interno” intenta derrotarme.

Grita tan alto que no puedo escucharme  pensar, mucho menos recibir la inspiración creativa que necesito mientras escribo.

En esos días agarro a mi artista interior de la mano, la llevo al escritorio y me siento detrás de ella mientras comienza a escribir.

“Te apoyo”, le digo.  “No te preocupes.” “Sólo escribe.”

Me estoy volviendo buena en manejar a los críticos que viven en mi cabeza. A veces simplemente los dejo decir lo que necesitan decir. Me siento en el piso mientras hablan una y otra vez, me dicen que soy una buena escritora pero no soy excelente y yo me pinto las uñas para mientras se cansan.

A veces voy a mi computadora, abro mi diario y escribo todo lo que dicen hasta que se dan cuenta que sólo estoy tomando notas, no realmente dejando entrar el mensaje y entonces se van callando.

La mejor táctica de todas es cuando llamo a una colega y le cuento lo que está pasando. Le digo qué es lo que está diciendo mi crítico interior y ella me comenta que tiene las mismas voces parloteando en su cabeza.

Nos reímos, lloramos, nos aconsejamos y consolamos. Y luego ambas regresamos a trabajar.

Por años he tratado de silenciar a los críticos internos luchando contra éstos con dientes y uñas. Pero en cada batalla se hacían más fuertes, más malos y más habilidosos en salirse con la suya.

Así que renuncié a luchar.

Me rendí a la realidad que cualquier cosa digna de hacerse despertará a los críticos (tanto internos como externos, por cierto) y como solo estoy interesada en hacer cosas que valen la pena, tengo que aprender a vivir con ellos.

Y así lo hago.

Cuando el artista en mi está siendo sofocado por las voces que condeno, me suspiro gentilmente en el oído…

“Confía en ti misma”. “Sigue escribiendo”.  “El escrito que estás buscando está a la vuelta de la esquina”.

Por fortuna, ella escucha. Porque al final, eso es lo que realmente necesitamos – un amigo amoroso que aloje nuestros miedos hasta que se sientan escuchados y listos para disolverse.

Y se disolverán. El poder de la creatividad es demasiado fuerte para mantenerse atrapado.

El comité de críticos siempre estará en mi lista de asistentes a cualquier evento creativo significante.”

Espero que te haya servido el escrito de Cheryl, a mi me encantó.

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