Tolerar la incertidumbre y tomar decisiones

Tolerar la incertidumbre y tomar decisiones

¿Te sucede que te preguntas todo el tiempo: “¿Cuál es la decisión correcta para tomar?” ¿Y si me arrepiento de mi decisión?”, “¿Sera que esta relación es para mi o me estoy conformando? “¿Como puedo estar segura que mi pareja me quiere?” “¿Sera que mi pareja no me va a ser infiel?”, “¿Sera que hay algo malo en mi por pensar tanto?” “¿Cómo estoy segura que estoy eligiendo el trabajo ideal, la dieta mas sana, la rutina mas eficiente?” etc.

Estas dudas son de diferente naturaleza pero tienen algo en común.

Lo común es querer asegurarse que estas tomando la decisión correcta, la acción perfecta, estar 100% segura que tu pareja es la correcta y 100% que amas a tu pareja todo el tiempo y que te ama a ti, que estas seguro al 100% y todos los seres queridos también.

Es la necesidad de certeza para poder contrarrestar la ansiedad de la incertidumbre.

Últimamente he estado leyendo el libro y contenido de un genial psicólogo, Jonathan Grayson, experto en TOC, trastorno obsesivo compulsivo por mas de 40 años. Y es que tengas o no tengas TOC, a todos nos cuesta lidiar con que la vida es incierta.

Grayson comenta que antes de trabajar con ideas obsesivas con un cliente, le hace una pregunta muy importante:

¿Estás dispuesto/a a aprender a vivir con incertidumbre?

Si la respuesta es “no” o “no sé” entonces, no se mueve de ahí, no continua con el tratamiento, dice que prefiere debatir sobre esto a que la persona diga “si” sin convencimiento.

Y tu, ¿estas dispuesto a aprender a vivir con la incetidumbre?
Si… o No….

Aprender a vivir con la incertidumbre quiere decir aceptar que nunca podemos estar al 100% seguros de nada.

Tu me podrías decir, “yo estoy seguro que estoy aqui viendo este video” pero.. ¿y si es un sueño?

¿y si esta es una realidad virtual tipo Matrix donde tu verdadero yo está en otra dimensión?

Me puedes decir que crees que sí estas aquí, y que sí vas a pretender que es real. Pero no puedes estar seguro.

No puedes tener 100 de seguridad.

Todas las personas se casan creyendo que van a estar el resto de la vida juntas.

Una parte grande de estas personas se separa.

Pero cuando entras en un matrimonio, tienes una certeza que va a durar para siempre.

Así como tienes la certeza de que estas aqui.

Entonces, con esto no quiere decir que nos hemos de quedar paralizados sin tomar ninguna decisión porque no estamos seguros de nada, si no, que hemos de avanzar en la vida tomando riesgos informados, suposiciones en las que creemos.

Es decir “yo voy a tomar esta decisión y voy a lidiar con las consecuencias en el futuro, sean las que sean”

No sé si me voy a quedar con mi pareja para siempre, pero si tengo que lidiar con una separación, una ruptura, voy a lidiar con ello en el momento. Y tengo los recursos para hacerlo.

O quizás estaré con mi pareja para siempre. No lo puedo asegurar. Pero de nuevo, puedo lidiar con todo ello cuando venga.

Por cierto, Grayson comenta que si tienes una personalidad en donde te surgen muchas dudas sobre algo, pensamientos obsesivos o TOC, ese muy posible que seas también muy creativo e inteligente. Y una vez llegues a aceptar la incertidumbre, tendrás mas herramientas que la mayoría de las personas.

Negación vs. aceptación

Cuando tenemos un pensamiento obsesivo acerca de algo estamos tratando de controlar la situación para eliminar las dudas.

Imagina que estas a la orilla del lago viendo un atardecer, pero te pones a pensar que ojalá estuvieras en un resort caribeño de 4 estrellas, con camameros sirviéndote tragos y boquitas deliciosas. O que tuvieras el cuerpo mas bello del mundo y que te sintieras extremadamente confiando de ti mismo, y tuvieras ahi el six pack marcadísimo.

Esta fantasía es linda, pero te quita del presente de disfrutar tu momento en el lago viendo el atardecer.

A veces vivimos demasiado en una fantasía, queriendo que las cosas sean diferentes, pero afectando a tu presente.

La negación no es necesariamente rechazar la realidad de manera evidente. Es comparar nuestra vida con una fantasía.

Por ejemplo, si tienes un accidente y pierdes una mano. Y te lamentas de ello, por supuesto es normal, tener un duelo, estar triste, estar frustrado, tener que ajustarte y adaptarte.

Sin embargo, llega un punto en donde has de poder vivir tu vida plena sin esa mano. Si en vez de eso, compararas cada momento actual con cuando tenías tu mano, vivirías una vida tormentosa.

El miedo a decidir: ¿Qué pasa si me equivoco?

Esta es la verdad: todas las decisiones son suposiciones.

No podemos saber con certeza si algo es “correcto” hasta que veamos el resultado.

Déjame leerte un párrafo de Grayson:

¿Puedes, de hecho, tomar una decisión “correcta”? No. Todas las decisiones son suposiciones. No estoy sugiriendo que sean suposiciones alocadas o que lancemos una moneda por cada elección que enfrentamos.

Sin embargo, una suposición informada no es certeza. Para algunas decisiones, la evidencia de nuestros sentimientos parece tan abrumadoramente obvia que adivinar qué decisión tomar es fácil. Pero incluso cuando una suposición es fácil, eso no significa que la decisión sea correcta. Para saber si una decisión es correcta o no, tenemos que saber qué sucederá después de tomarla. Entonces, ¿cuándo descubrimos si hemos tomado la decisión correcta? Cuando es demasiado tarde para revertirla.

Entonces, a veces tratamos con todos los medios de tomar la decisión correcta, cuando esto es una imposibilidad. Solo podemos arriesgarnos a algo que creemos que vale la pena hacerlo.

Grayson comparte esto también:

“Estoy donde estoy hoy debido a tres decisiones que no salieron como pensaba que quería que salieran.

La primera ocurrió cuando estaba comenzando la escuela de posgrado. Había solicitado ingreso a varias buenas universidades y elegí la Universidad de Iowa como mi “universidad de respaldo”, una escuela en la que pensé que podría confiar como último recurso, porque, siendo joven y lleno de prejuicios hacia la Costa Este, asumí que no había nada valioso en el Medio Oeste.

Fui aceptado allí, y mis profesores de pregrado me dijeron que accidentalmente había solicitado ingreso a una buena universidad. Si hubiera sabido que la Universidad de Iowa era buena, no habría solicitado ingreso allí como mi universidad de respaldo.

Ir a Iowa me llevó directamente a mi pasantía en la Escuela de Medicina de la Universidad de Brown cuatro años después.

Como interno en Brown, tuve varias rotaciones para elegir. La única rotación que no quería era la que involucraba trabajar con alcohólicos, así que, por supuesto, esa fue la que me asignaron. Unos años después de mi pasantía, gran parte de lo que aprendí en esa rotación se convirtió en la base del grupo de apoyo GOAL OCD que establecí. Gran parte de mi reputación inicial se construyó sobre el éxito de GOAL.

Finalmente, después de mi pasantía, cuando llegó el momento de buscar trabajo, mi esposa y yo decidimos que queríamos quedarnos en el noreste. No quería particularmente regresar a Filadelfia, pero había decidido no eliminarla de mis opciones. La mejor oferta de trabajo que tuve terminó siendo en Filadelfia. Era trabajar con la Dra. Edna Foa en el primero de sus proyectos financiados por NIMH explorando el tratamiento del TOC, un trabajo donde descubrí mi pasión por trabajar con quienes sufren de TOC. Esto me llevó directamente a convertirme en un experto en TOC.

En cada una de estas ocasiones, mi impulso fue elegir un camino que me habría llevado a estar en otro lugar hoy. Me gusta pensar en la vida alternativa que podría haber tenido habría sido buena. Sin embargo, es simplemente una fantasía, y estoy disfrutando de cómo ha resultado esta vida.

Las fantasías son una distracción divertida, una forma de expresar tu creatividad y quizás una forma de hacer realidad algunos sueños. Pero perseguir fantasías no solo desvía de vivir en el presente, también puede interferir con la búsqueda de metas alcanzables.

La mujer en una mala relación no dedica tiempo a encontrar una mejor pareja. El jugador no dedica tiempo a encontrar un trabajo satisfactorio. Desear una vida de fantasía es más fácil que perseguir metas reales. Puede que no haya garantía de que logres metas reales, pero las probabilidades de un “tal vez” son mejores que la búsqueda infructuosa de fantasías”.

En mi caso, estas viendo este canal despues de un conjunto de casualidades….

Empecé a estudiar terapia de pareja debido a una ex jefa que me sugirió un entrenamiento inicial y luego, empecé a estudiar el tema de los estilos de apego después de escoger un libro al azar en una venta de 3 por 1 en una librería de Guatemala.

Aceptar la realidad en vez de aferrarte a la fantasía es difícil. Conlleva a un duelo.

Esto dice Grayson tambien:

“Imagina a un jugador que ha dejado de apostar. Todos a su alrededor lo felicitan. Finalmente, saldrá de las deudas. Su vida familiar se reunirá nuevamente. No perderá su casa. Es un momento de triunfo. Pero él está triste. ¿Por qué? Porque nunca será rico. Pasará el resto de su vida siendo como todos los demás. De nuevo, esta es su fantasía, porque en realidad probablemente nunca se habría hecho rico apostando”

Incluso en el duelo, a corto plazo, la negación puede sentirse mejor que la aceptación.

En la negación, una persona dice: “La vida sería mejor si mi esposa todavía estuviera aquí.” En la aceptación, esto se convierte en: “Mi esposa se ha ido.”

La tristeza de la afirmación de la negación no se compara con la dura realidad de avanzar hacia la aceptación.

El duelo es el proceso de pasar de la fantasía a la aceptación. Siempre puedes extrañar a tu ser querido, pero también puedes reaprender a disfrutar de la vida en el presente.

Hemos de llegar a la aceptación que no podemos controlar todo en nuestra vida, que no tenemos certezas de nada.

Pero lo bueno de esto, es que al aprender a vivir con la incertidumbre, podemos tener más libertad, estar mas presentes para nuestras vidas y sí tomar pasos para llegar a metas

La próxima vez que te estes preguntando: ¿estoy tomando la decisión correcta? recuerda, no puedes tomar la decisión correcta o incorrecta, sólo hacer apuestas informadas.

La próxima vez que te digas, ¿cómo puedo estar seguro que mi pareja me quiere? recuerda, no puedes estar seguro. Pero sí puedes recibir el amor y cariño que ya te da, estar en el presente y quedarte con lo que tienes ahora mismo.

Ahora, quizás me preguntes, ¿pero que pasa si me estoy conformando porque en realidad me da muy poco y en el fondo no quiere estar conmigo pero yo me estoy cegando?

Entonces, toma algunos datos importantes:

  • ¿Te provee cariño, tiempo y atención suficiente?
  • ¿Es considerado contigo?
  • ¿Te respeta?

Si tu respuesta es, si pero… quizás habría alguien que me lo de mejor. O quizas en el fondo ya no quiere estar conmigo o hizo varias cosas pero falló en esta. Quizas esta es una prueba de que realmente se está desenamorando… Entonces, ahi estas entrando en el reino de las dudas, de querer certeza.

Claro que siempre puedes hablar con tu pareja cuando necesites re-afirmación, de hecho es algo que hacemos en la comunicación vulnerable, pero quizás el objetivo no es querer tener certeza intelectual 100% para siempre, sino seguir apostando en algo que crees, que puedes sostener, en un vínculo seguro, con el cuerpo relajado, en vez de siempre vigilante esperando el minimo fallo para dudar de todo de nuevo.

Dice Diane Poole Heller, experta en los estilos de apego.

“Para aquellos de nosotros que nos identificamos como ambivalentes, obtener lo que anhelamos de los demás—amor, afecto, seguridad, y más—puede sentirse un poco como encontrarnos en una hamaca deliciosamente cómoda. Realmente queremos relajarnos, pero seguimos preguntándonos si esa maldita cosa está bien amarrada. Simplemente sabemos que se va a desmoronar en cualquier momento y nos dejará caer dolorosamente al suelo. Podríamos ser capaces de reconocer brevemente lo bueno que se nos ofrece en el momento, pero nos enfocamos en el futuro: ¿Estará ahí mañana? ¿Cómo podemos estar seguros?

Esencialmente, las personas con este estilo de apego viven con un profundo deseo de conexión, pero cuando logramos ese deseo, en realidad nos resulta difícil. Lo queremos, pero no sabemos cómo tenerlo cuando llega a nosotros. Nuestro hambre de cercanía solo es igualada por el miedo que aparece cuando conseguimos la cercanía que hemos estado buscando. Como resultado, algunos de nosotros nos volvemos bastante expertos en desviar o minimizar los intentos de nuestra pareja de demostrarnos su amor, o encontramos formas de crear desconexión y distancia (discutiendo, actuando a la defensiva, o tratando a nuestras parejas con celos y sospechas).”