Usa la compasión para mejorar la relación contigo mismo
¿Qué es la compasión y cómo puedes usarla para mejorar la relación contigo mismo?
En este video hablo sobre la compasión hacia nosotros mismos y los tres componentes que incluye. Menciono la diferencia entre lástima y compasión. Por último hablo sobre porqué la compasión no equivale a la complacencia o mediocridad.
Los tres componentes de la compasión según Kristin Neff:
1. Amabilidad hacia uno mismo vs juicio.
Este componente tiene que ver con ser comprensivos con nosotros mismos y afectuosos cuando fallamos o nos sentimos inadecuados. En vez de criticarnos y recordarnos todo lo malo que hemos hecho, nos podemos tratamos con gentileza. Las personas con auto-compasión reconocen que todos somos imperfectos, que fallamos y experimentamos dificultades en la vida, por lo tanto son amables consigo mismos en vez de enfurecerse cuando la vida no va como espera.
2. Humanidad común vs. Aislamiento
Cuando algo no nos sale como queremos, a veces nos sentimos aislados, como si fuéramos la única persona que sabe de este dolor, como si nadie más ha vivido lo que nosotros estamos pasando. Tenemos pensamientos como estos: “Sólo a mi me sucede”, “Todos los demás saben lidiar con las cosas y yo no”, “Nadie me entiende”. Sin embargo, todos los humanos sufren. La definición misma de “Ser humano” significa que uno es mortal, vulnerable e imperfecto.
Por lo tanto, la auto-compasión implica reconocer que el sufrimiento y la insuficiencia personal es parte de la experiencia humana compartida, es algo por lo que todos pasamos en lugar de ser algo que “me sucede solo a mí”.
3. Atención plena frente a sobre-identificación
El ser compasivos tiene que ver con equilibrar nuestra visión de las emociones para que no las reprimamos pero tampoco las exageremos. Esta postura equilibrada surge de ver con perspectiva nuestro sufrimiento. También surge de la voluntad de observar nuestros pensamientos y emociones negativos con franqueza y claridad, de modo que se mantengan en la consciencia plena.
La “atención plena” es un estado mental receptivo y sin prejuicios en el que uno observa los pensamientos y sentimientos tal como son, sin intentar reprimirlos o negarlos. No podemos ignorar nuestro dolor y sentir compasión por él al mismo tiempo. Al mismo tiempo, la atención plena requiere que no nos “sobre-identifiquemos” con pensamientos y sentimientos, de modo que seamos atrapados y arrastrados por una reactividad negativa.
Libro recomendado de Kristin Neff:
“Sé Amable contigo mismo” El arte de la compasión hacia uno mismo