Sobre la organización mental, que esconde la ansiedad y tres razones por las que te atraen personas emocionalmente no disponibles

* Encuentra en la imagen del encabezado un elemento del boletín.

1. Tip para conectarte mejor contigo mismo:

Así como nos ayuda muchísimo tener organización física en nuestra casa u oficina ( Marie Kondo , es una de las expertas en el tema) es importante tener organización mental. Una de las maneras de tener organización mental es dividirla en 3 partes: pasado, presente y futuro.
Pasado: recordar y organizar tus recuerdos cronológicamente y cómo te impactaron hoy en día.
Futuro: tener en claro tus metas a corto, mediano y largo plazo, en todas las áreas: familiar, social, de pareja, espiritual, corporal, mental, financiero.
Presente: ser lo más consciente posible de qué sientes, qué estas pensando, qué necesitas, qué estas haciendo.
Alerta de sobre-carga (!): no tienes que hacerlo ya, es irlo haciendo por partes, poco a poco y darle mantenimiento.

2. Regular emociones: identifica qué sientes debajo de la ansiedad

La mayoría de las veces, cuando sentimos ansiedad, la experimentamos como emoción difusa y poco clara. Eso es porque muchas veces la ansiedad está tapando a otras emociones. Sentimos ansiedad cuando tenemos emociones en conflicto o cuando no queremos sentirlas.

Por lo tanto, te recomiendo que te preguntes ¿qué siento debajo de la ansiedad?
Escoge entre miedo, tristeza, ira, alegría, excitación, excitación sexual o asco. Probablemente vas a encontrar una o varias de estas. Dilas en voz alta o escríbelas, junto con el porqué las sientes. Eso ayudará a bajar la ansiedad.
Haz esto junto con respiraciones o descansos si te abrumas, o con el apoyo de un buen amigo.

3. Frase de la semana:

La capacidad de la persona promedio puede duplicarse si la situación lo demanda (Will Durant, Historiador) Clic para twittear

4. Te recomiendo mi contenido:

“Porqué me atraen personas emocionalmente no disponibles? 3 razones

5. Qué estoy leyendo/ Viendo/ Recomiendo leer: Para padres de familia

En inglés: te recomiendo esta entrevista con Benjamin Hardy, autor del libro: “Personality isn’t Permanent: Break free from self-limiting beliefs and re write your own story” No he leído el libro pero tiene excelentes reseñas, la entrevista está buenísima.

En español: mira “Sobreviviendo a la muerte” en Netflix. Nos ayuda a ver con perspectiva nuestra vida y bajar la ansiedad, si te gustan las “experiencias cercanas a la muerte” este documental te va a encantar!!!! <3

6. Conectarte con los demás: refuerza lo positivo
Es muy fácil caer en el hábito de sólo expresar lo negativo o lo que queremos que cambie nuestra pareja, amigo o familiar. Intenta hacerlo distinto también, refuerza lo que sí te gusta hoy, especialmente aquello que te gustaría ver más. Si refuerzas lo positivo en tu pareja, habrá más posibilidad que lo repita y se vuelva parte de su repertorio.
Por ejemplo: “me encantó que hoy me escuchaste sobre mis problemas en el trabajo y me preguntaste qué necesitaba, me sentí super apoyada por ti”

7. Imagen poderosa:

Artista: Tom Gauld
Me parece una linda ilustración, tiene que ver con los balances (ying/yang) que necesitamos.

8. Reflexión: ¡Pero no fue mi intención…!

A veces es fácil asumir que si nuestra pareja nos hace sentir tristes o molestos (efecto), es porque tuvo la intención de hacernos sentir mal. Y muchas veces, el efecto y la intención no van de la mano. Por ejemplo, se rió de algo que te hizo sentir molesto y avergonzado, pero su intención no fue la de herirte. En ese caso, puedes disculparle más fácilmente, porque su intención no fue negativa.

Sin embargo, viendo la otra cara de la moneda, necesitamos entender que aunque nuestra intención sea positiva o neutra, el efecto que generamos es importantísimo, y podemos disculparnos del efecto en vez de defendernos con la intención en mano.

Por ejemplo, imagina que has estado trabajando muchísimo y esto ha tenido el efecto de que tu pareja se sienta sola, es cierto que la intención no fue hacerla sentir sola, pero tuvo este efecto. Puedes disculparte del efecto, aunque tu intención no haya sido esa.

Muchas veces veo a parejas discutiendo sobre la poca validación de sus intenciones y de los efectos causados, y creo que si ambos son flexibles en esto y hablan sin culparse, pueden entenderse más fácil.

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¡Hasta el otro martes! 🙂