La psicología de los perseguidores y los evitadores

La psicología de los perseguidores y los evitadores

https://www.youtube.com/watch?v=DYK_yNvaoRA&t=1306s   Hoy vamos hablar mas sobre la psicologia de los perseguidores y los evitadores, que normalmente son las personas que tienen apego ansioso (perseguidores) y apego evasivo (evitadores)

Al terminar este post, espero que puedas entender cómo diferenciar si eres mas perseguidor, si eres mas evitador, para poder entender tus patrones emocionales en las relaciones.

Ademas responderé a una pregunta importante que tienen muchas personas. ¿Por que a veces me siento mas evasivo y a veces mas ansioso? ¿qué estilo de apego realmente soy?

Vamos a empezar.

Entonces, en una relación es común que haya alguien que sea mas perseguidor (busque, proteste, insista) y otro mas evitador (que se cierre, aleje y retraiga) pero no hay que dejarse llevar por la superficie.

Tanto el perseguidor como el evitador están tratando de proteger a la relación o si mismos con diferentes estrategias sin embargo, no siempre se ve.

LOS PERSEGUIDORES

“Primero, hablemos de los perseguidores.

En una metáfora, los perseguidores suben el termostato del cuarto, suben la temperatura.

Si eres un perseguidor, tu impulso principal en el conflicto es re-conectarte. No te quedas de brazos cruzados, quieres hablar, quieres arreglar las cosas o quieres protestar.

Los perseguidores a menudo expresan sus necesidades a través de insistir, pedir, y también puede ser criticar, quejarse, demandar.

Lo que en la superficie puede verse como personas que nunca estan satisfechas, que son muy exigentes, dramáticos, que les gusta pelear.

En el fondo, son personas que tienen miedo, miedo al abandono, miedo a perder el vínculo emocional que valoran tanto. Tienen miedo a no ser importantes para su pareja.

Les cuesta ser vulnerables.

Una protesta de un perseguidor podría sonar como: ‘¿Por qué no me escuchas?’ o ‘No te importo nada., “Siempre haces lo mismo”. Aunque esto puede ser abrumador para su pareja, la intención detrás de estos comportamientos es reconstruir la cercanía.”

Por supuesto, hay lugar para modificar lo que dice y cómo lo dice, y eso es parte de lo que trabajamos en una terapia de pareja.


LOS EVITADORES

“Por otro lado, tenemos a los evitadores.

En una metafora, los evitadores bajan el termostato del cuarto, bajan la temperatura.

Los evitadores tienden a alejarse en los conflictos, a menudo para mantener una sensación de seguridad y calma.

Si eres un evitador, podrías evitar conversaciones emocionales, intentar desviar la negatividad o enfocarte en mantener la paz.

Cuando se sienten abrumados, el mecanismo que tienen para manejar esto es el retraerse.

Por ejemplo, un evitador podría quedarse callado y no expresar lo que piensa. También podría decir: ‘¿Podemos simplemente enfocarnos en lo positivo?’, “No quiero discutir sobre esto.”, también podrían decir “estoy cansado de tanto problema” o “lo que hago nunca es suficiente”.

En la superficie puede verse como personas que son indiferentes, egoístas, no les importan las cosas, no tienen emociones.

En el fondo, son personas que tienen miedo a no ser suficientes, al rechazo, a fracasar, a ser inadecuados.  

CICLO PERSIGUE-ALEJA

 

ciclo persigue aleja (apego evasivo, ansioso) de Sue Johnson

 

“Ahora, aquí es donde se pone realmente interesante. Los perseguidores y evitadores a menudo se encuentran atrapados en lo que Sue Johnson llama el ‘ciclo de persigue-aleja.’

Este ciclo se parece a un baile: una pareja avanza, exigiendo conexión, mientras que la otra retrocede, buscando seguridad. Cuanto más exige el perseguidor, más se retira el evitador, y el ciclo continúa.”

Vamos a ver un ejemplo:

Nora y Mario (Este es un ejemplo inventado por mi)

Tienen una relación desde hace un año, desde hace unos meses están peleando cada vez más.

Todo empezó desde que Mario comenzó un nuevo trabajo que es mas exigente y ha tenido menos tiempo para ver a Nora. Como Mario evita los conflictos, espera hasta el último momento para decirle a Nora que no puede ir a cenar con ella el viernes, porque tiene una reunión en otra parte de la ciudad. Se lo dice a las 6 de la tarde.

Nora, perseguidora, cuando escucha la noticia de Mario, suspira y hace un sonido de desaprobación. Luego le dice “y si es en hasta ese lado de la cuidad, ¿cómo es que no me habías dicho?”

Mario se queda callado, le miente. “No sabía que ibamos a venir hasta hace una media hora”

Nora, percibe la mentira. Estoy cansadísima que siempre hagas lo mismo. No te creo. Mas bien, parece que ya no quieres estar en la relación. Ya nunca nos vemos. Esto no es justo. Mejor decime la verdad.

Mario le dice: si no te pusieras así, podría ser mas abierto contigo, pero no se puede hablar. Te lo diga como te lo diga, te enojas. Tu provocas esto.

Nora le dice: para ti, yo siempre tengo la culpa. Estoy harta. No contés conmigo el fin de semana. Adios.

Nora se queda preocupada, llorando y con sentimientos encontrados. Quiere con todo su corazón que Mario la llame disculpándose, que le muestre su amor y su cariño.

Mario, se queda frustrado y cansado. Se va a su reunión y cuando regresa a su casa, se queda viendo una película y se duerme temprano. Lo que está intentando es calmarse así mismo antes de volver a hablar con Nora.

Nora tiene miedo que Mario termine la relación, la abandone.

Mario tiene miedo de fracasar, miedo de no poder hacer que las cosas marchen bien.

Al dia siguiente, Nora, perseguidora, no puede mas con esta situación, aunque le había dicho que no contara con ella el fin de semana, lo llama el sabado a las 11 de la mañana ¿Donde has estado? ¿Acaso no se te ha ocurrido llamarme? Ya veo lo mucho que te importo.

Empieza desde la crítica, no sabe que con perseguirlo así, le está dando a Mario en su punto mas sensible: “no hace nada bien”. Asume su comportamiento.

Mario dice: Me dijiste que no contara contigo el fin de semana. Y francamente, creo que un espacio nos viene bien. No podemos estar peleando todos los días. Yo estoy cansado. Nada de lo que hago está bien, mejor hablemonos el lunes.

Sigue evadiendo el tema, no quiere hablar de lo que pasó. No se da cuenta que con esta evasión, está dandole en el punto mas sensible a Nora, ella lo que percibe es “no le importo”

Mario tiene la necesidad de estar sin pelear, quiere desconectarse, calmarse. Se auto-regula solo. Cree que si logra hacerlo, el lunes podrá regresar con mas optimismo a la relación y que las cosas quizás pueden mejorar, pero no puede ni quiere pensar en eso. Además cree que si le habla, puede frustrarse tanto que le termine diciendo cosas hirientes a Nora, cosas que realmente no siente. Genuinamente se enfoca en la tele, en las noticias, en el gimnasio. Se disocia, se paraliza.

Nora, tiene la necesidad de hablar de sus emociones y de escuchar sobre las emociones de Mario. Tiene la necesidad urgente de arreglar las cosas ahora. Cada cinco minutos piensa en la relación, no tiene hambre, no tiene energía para nada. Oscila entre llorar y querer llamarlo. Tiene la esperanza que sin tan solo hablan, pueden arreglar las cosas, sin embargo, cuando quiere hablar, lo que le sale son reclamos, quejas, porque su sistema nervioso está muy activado. Esta en modo lucha.

Los reclamos de Nora, hacen que Mario se aleje y se quiera evadir de los conflictos. Cuando Mario se quiere evadir, Nora se pone mas preocupada y mas molesta.

Este es el ciclo persigue-aleja.


LA MOTIVACIÓN DETRÁS DE LOS PERSEGUIDORES Y LOS EVITADORES

Para saber quienes son perseguidores y evitadores, hemos de ver no solo los comportamientos, sino la motivación detrás de ellos.

Los perseguidores están motivados por la necesidad de sentirse conectados emocionalmente, mientras que los evitadores se centran en mantener la seguridad y evitar daños mayores.

Y a veces, estos roles pueden confundirse.

Por ejemplo, un perseguidor podría retirarse temporalmente como una forma de protesta, esperando que su pareja lo persiga, como en el ejemplo de Nora.

De manera similar, un evitador extrovertido podría parecer abierto y expresivo, pero aún evita discusiones emocionales más profundas.”


“Entonces, ¿cómo puedes saber si eres un perseguidor o un evitador? Veamos algunos indicadores comunes.”

¿ESTAS ACTUANDO COMO UN PERSEGUIDOR?

  • “¿Te encuentras haciendo preguntas como: ‘¿Por qué no pasamos más tiempo juntos?’ o ‘¿Por qué no te abres conmigo?’
  • ¿Te sientes ansioso o enojado cuando hay distancia emocional?
  • Tu impulso es de buscar a la otra persona, insistir.
  • A menudo tomas la iniciativa en conversaciones emocionales

Puede que seas un perseguidor clásico, como en el caso de Nora.

Puede ser que seas un perseguidor callado, quiere decir que tu ansiedad, tu miedo al abandono, tu preocupación está ahi, pero no se expresa tan directamente porque haya mucho miedo a parecer dramático, tóxico, o que se cansen de ti. Entonces tienes ese doble sufrimiento.

Tienes miedo del abandono de tu pareja pero también tienes miedo de ser percibido como demasiado necesitado, poco atractivo. Mira este video para mas detalles.

Puedes ser un perseguidor con una ventana muy pequeña. Pides lo que quieres en forma de reclamo, pero en cuanto ves que no te lo dan, te retiras en forma de queja, y esa retirada se mantiene un buen tiempo. En esos momentos donde te retiras te sientes un evitador.

Puede que seas un perseguidor cansado. Esto quiere decir un perseguidor que estuvo tanto tiempo en un ciclo persigue-aleja, que terminó por agotarse, por que se acabara la esperanza y por alejarte emocionalmente. Un perseguidor cansado puede surgir tambien cuando ha habido una herida muy grande, una traición o una infidelidad. En donde en vez de perseguir, te retiras emocionalmente.


¿ESTAS ACTUANDO COMO UN EVITADOR?

  • “¿Prefieres evitar el conflicto diciendo: ‘Sigamos adelante,’ o ‘No es un gran problema’?
  • ¿Te sientes abrumado cuando las emociones son intensas en tu relación?
  • ¿Te enfocas en mantener la paz, incluso a costa de discutir tus sentimientos?”
  • Sientes constantemente que estas fallando, que no logras estas a la altura

Puede que seas un evitador clásico como Mario.

Pero puedes ser también un evitador más extrovertido. Te gusta hablar, no te quedas callado, te gusta estar rodeado de gente. Nadie pensaría que tienes dificultades para expresarte, pero cuando tocan temas muy emocionales o conflictos, ahí es donde te quedas callado, evitas.

Por supuesto, los evitadores pueden ser mujeres, y los perseguidores pueden ser hombres.


Importante…

Los estilos de apego no siempre coinciden con las posiciones en el ciclo en la relación.

Ahora, algo que puede causar confusión es la diferencia entre los estilos de apego y las posiciones en el ciclo de la relación. Un estilo de apego es tu tendencia general en las relaciones basadas en tus experiencias tempranas.

Puedes ser ansioso, evitativo, desorganizado o seguro. Pero tu posición en el ciclo depende del contexto de tu relación específica.

Es decir, estar en posición de perseguidor en una relación no siempre quiere decir que tienes apego ansioso.

Estar en posición de evitador en una relación, no siempre quiere decir que tienes apego evasivo.

Déjenme darles un ejemplo basado en el trabajo de la doctora Zoya Simakhodskaya.

Trabajó con un joven que, en su vida en general, tenía un estilo de apego evitativo. Pasaba la mayor parte de su tiempo en juegos sociales en línea y evitaba interacciones humanas. En una relación, su pareja era más ansiosa y él adoptó el rol de evitador. Sin embargo, cuando comenzó otra relación con alguien aún más evitativo que él, se encontró en el rol de perseguidor, buscando la conexión.

Este ejemplo muestra algo clave: tu estilo de apego puede influir en cómo reaccionas en las relaciones, pero tu posición en el ciclo depende de la dinámica de pareja. Es importante no encasillarnos.

Te leo un parrafo de Sue Johnson en su libro Abrazame Fuerte:

“Solo tenemos dos maneras de protegernos y de aferrarnos a las conexiones con nuestra pareja cuando no nos sentimos seguros o no recibimos la respuesta esperada. Uno de los caminos es evitar involucrarse, es decir, intentar adormecer nuestras emociones, encerrarnos y negar nuestras necesidades de apego. El otro es escuchar a nuestra ansiedad y luchar por el reconocimiento y la respuesta”

La estrategia que adoptamos cuando nos sentimos desconectados, ya sea ponernos exigentes y criticones o retraernos y encerrarnos en nosotros mismos, refleja parcialmente nuestro temperamento natural, pero está dictada principalmente por las lecciones que aprendimos en las relaciones clave de apego de nuestro pasado y presente. Más aún, dado que aprendemos con cada nueva relación, nuestras estrategias no son inamovibles. Podemos actuar de manera crítica en una relación y ser retraídos en otra.”

Entonces, sí, todos tenemos un estilo de apego y tiene que ver en que, en momentos de estrés, ¿cual es nuestra estrategia básica? ¿es ir a buscar conexión? ¿Es aislarnos para protegernos?

Por esto es que muchas personas se confunden y dicen. En mi relación anterior yo era ansiosa y en la actual soy evasvia. ¿Será que cambié mi estilo de apego?

Es mas seguro que tengas un estilo de apego ansioso de base cuando: en casi todas las relaciones has tomado la posición de perseguir, sientes bajo valor propio, sientes un gran nivel de inseguridad cuando estas conociendo a alguien, incluso antes de que muestre actitudes de evitar o aunque sabes intelectualmente que no tienes nada que temer, te da miedo que pierda el interés, te deje o que elija a alguien mas, tiendes a ser hipervigilante en las relaciones, sueles tener mucha necesidad de re-afirmación en varias relaciones.

¿CÓMO ROMPEMOS ESTE CICLO?

Entonces, ¿cómo rompemos este ciclo? La clave está en entender las emociones y los miedos debajo que impulsan estos patrones.

Si eres un perseguidor, intenta pausar y expresar tu necesidad de conexión de una manera que sea menos abrumadora para tu pareja.

Si eres un evitador, desafíate a permanecer presente en las conversaciones emocionales y comparte tus miedos o preocupaciones.

Si ambos pudieran entender, sin crítica y juicio, que uno de los dos está actuando más como un perseguidor y el otro como un evitador, y vieran al ciclo como el enemigo, entonces ahí tienen un gran, enorme paso.

En palabras de Sue Johnson  

En su libro Abrazame Fuerte

“¿Qué he aprendido en veinte años de observar a parejas que apartaban su relación de este baile? Mis parejas me han enseñado muchas cosas.

En primer lugar, me han enseñado que es necesario verlo. La enchilada completa. Es necesario ver el cómo de la danza entre usted y su pareja y qué es lo que dice de su relación, no fijarse solamente en el contenido de la discusión.

También hay que ver la danza al completo.

Si nos concentramos solo en unos cuantos pasos específicos, especialmente de la otra persona, en plan: «Eh, tú me has atacado», estaremos perdidos. Hay que dar un paso atrás y ver la imagen completa.

Segundo, los dos tienen que darse cuenta de cómo los movimientos de cada uno de ellos arrastran al otro a la danza.

Cada uno está atrapado en la danza y, sin ser consciente de ello, contribuye a atrapar al otro. Si ataco, obligo a la otra persona a ponerse a la defensiva y a buscar justificaciones. Inconscientemente, le dificulto que se muestre abierto y me responda. Si me mantengo frío y distante, te dejo sola y apartada y te empujo a insistir y exigir más la conexión.

Tercero, la Polka es una cuestión de apego en peligro. No se puede detener con las técnicas habituales de resolución de problemas lógicos o de comunicación formal. Tenemos que conocer la naturaleza de la danza si queremos cambiar los elementos clave y regresar a una conexión segura. Tenemos que aprender a reconocer las llamadas de conexión y que la desesperación se convierte en «Yo le empujo, le pincho, cualquier cosa para conseguir que me responda», o en «Me quedo congelado para dejar de escuchar de una vez que soy un fracaso y que ya la he perdido». Estas pautas son universales porque nuestras necesidades y temores, como las respuestas al percibir la pérdida y la separación, son universales.

Cuarto, podemos conocer la naturaleza del amor, estar atentos a esos momentos de desconexión y a la protesta y el desgaste que son una parte clave de la Polka. Podemos aprender a ver como nuestro enemigo a la Polka, no a nuestra pareja.

Quinto, las parejas pueden empezar a hacer frente común y llamar al enemigo por su nombre de manera que puedan bajar el ritmo de la música y aprendan a dar un paso al lado y crear suficiente seguridad para hablar de las emociones y la necesidad del apego”


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