¿Cómo tomar una decisión difícil?

Cómo tomar decisiones difíciles en la vida y relaciones
Una de las épocas mas estresantes o ansiosas de nuestra vida es cuando hemos de tomar una decisión difícil y nos paralizamos.
A veces podemos pasar semanas, meses o incluso años con la incertidumbre que nos desgasta terriblemente. En ocasiones decidimos dejar de pensar en eso, pero tenemos una constante “espinita” que no nos podemos quitar. En otros momentos la vida nos arrincona a tomar la decisión en un corto tiempo y eso nos llena de temor.
Tener ansiedad al tomar decisiones difíciles es muy humano. A todos nos puede pasar que estemos dando vueltas obsesivamente en las consecuencias de un escenario y otro.
Ejemplos de decisiones difíciles:
- Seguir o no en una relación.
- Renunciar o seguir en el mismo trabajo.
- Invertir en un negocio.
- Mudarse a otro país.
- Tener hijos o no tenerlos.
¿Cuál es tú decisión difícil?
Trabajo preliminar: nombra tus miedos específicos
Antes de empezar tomar una decisión te recomiendo hacer una lista de los miedos alrededor de cada posible decisión.
Hagámoslo con esta pregunta: ¿Sigo con mi pareja o termino la relación?
Miedos de seguir en la relación:
- No ser lo suficientemente feliz con la pareja actual y arrepentirme “muy tarde”.
- Hacerle daño a mi pareja a la larga.
- Desgastarme física y emocionalmente.
- No poder experimentar lo que es estar con alguien que realmente amo/me ama.
- Terminar con violencia.
Miedos de terminar la relación:
- Sentirme sólo/a.
- Terminar la relación y darme cuenta que en realidad sí lo/a amaba.
- Sentir demasiada culpa al haber dañado a alguien o que no se recupere.
- Estar siendo demasiado exigente y darme cuenta después que mi pareja era la mejor opción para mi al comparar a las demás personas.
- No encontrar a nadie más.
Obstáculos a la hora de decidir
A lo largo de mi trabajo como psicóloga y también al pensar en mis propios dilemas, he encontrado los que los mayores obstáculos para tomar una decisión son las siguientes creencias o auto exigencias:
1. No quiero perder a la hora de decidir.
Esta es una de las más comunes. Tenemos la ilusión que de alguna manera podemos decidir algo y ganarlo todo. Sin embargo, toda decisión conlleva una renuncia. Lo importante es darte cuenta de lo que estás dispuesto a renunciar para ganar algo que valoras más.
“Si pensamos que podemos tenerlo todo, es más probable que acabemos sin nada.
Podemos llegar mucho más lejos si decidimos dónde enfocar nuestra energía y cuáles áreas ignorar.
Cuando elegimos activamente a qué queremos renunciar, podemos sentirnos mucho mejor al respecto que cuando nos vemos obligados a dejar pasar las cosas. Necesitamos decidir activamente qué es lo que más valoramos”. Shane Parrish de Farnam Street
2. No quiero equivocarme.
Déjame decirte esto: ¡no hay manera que te equivoques!
Imagina que eres un chef y quieres preparar una hamburguesa diferente. Tienes la opción de hacer una hamburguesa con cebolla caramelizada o con pesto. ¿Cuál va a gustar más al público? tú no lo sabes… sólo has de tomar una decisión según lo que tú predices. ¿Qué pasa si el público en realidad prefiere el otro tipo de hamburguesa? ¿Eso quiere decir que cometiste un error? ¡NO!…Sólo tomaste la mejor decisión con la info que tenías, no tenías manera de saber cuál iba a ser la preferida.
Con esto quiero decir que no puedes etiquetar de “error” aquella decisión que tú tomas conscientemente con los únicos datos que posees.
Es fácil ver de retrospectiva y darte cuenta de cuáles fueron los aciertos y “errores”, sin embargo en el momento tú sólo estas tomando la mejor decisión que puedes.
3. Tengo que estar 100% seguro.
No puede esperar a estar 100% seguro antes de tomar decisiones, ya siempre conllevan cierto riesgo. Lo importante es que sea un riesgo calculado.
También recuerda, es muy humano tener miedo cuando no tenemos toda la seguridad. Todos hemos pasado por esto.
4. No quiero fracasar.
A veces se nos dificulta tanto tomar una decisión porque nos da miedo irnos por el “camino equivocado” y fracasar. Esto puede pasar cuando:
- Equivalemos nuestro valor con el éxito profesional o en relaciones.
- Hemos sido desde siempre perfeccionistas y nos atormenta nuestra propia crítica o la crítica de los demás.
5. No le quiero hacer daño a nadie en el proceso
Obviamente no le queremos hacer daño a ninguna persona, ni que otros salgan lastimados. He visto que este es uno de los puntos más duros para cualquier persona.
Sin embargo recuerda que tienes todo el derecho a decidir por ti aunque esto haga daño a alguien siempre y cuando tu intención no sea agresiva, sino que asertiva.
En el caso que alguien te diga una versión de esto: “si me dejas, me haré daño y será tu culpa”, recuerda que eso es una manipulación y no es justo para ti.
Preguntas para decidirte
A la hora de decidir, recuerda que sólo tú puedes hacerlo ya que sólo tú vas a vivir con los efectos de dicha decisión. Puedes preguntar y escuchar opiniones, sin embargo dentro de ti encontrarás la sabiduría para saber hacia donde prefieres arriesgarte.
1. Sobre encontrar un buen equilibrio: ¿Cómo podría ______ y al mismo tiempo podría ______?
A veces nos quedamos paralizados porque una parte de nosotros dice “sí” y la otra dice “no” y no encontramos un punto medio.
Por ejemplo:
- “Una parte de mi quiere renunciar al trabajo y empezar un nuevo emprendimiento pero otra parte de mi me dice que me voy a la bancarrota si lo hago”
- “Una parte de mi me dice que debería de dejar esta relación porque no soy del todo feliz pero la otra me dice que me voy a arrepentir porque me daré cuenta que sí la/0 amo”
Date cuenta de estas dos partes, dale espacio a ambas.
Luego toma una de las opciones y pregúntate cómo evitar algo que te asusta. Por ejemplo:
- ¿Cómo podría renunciar a mi trabajo, empezar mi emprendimiento y al mismo tiempo tener la suficiente seguridad financiera? Haz una lluvia de ideas.
Por ejemplo tener cierto ahorro, buscar inversionistas, hacer una versión de bajo coste y ver si es viable, tener un trabajo medio tiempo etc.
- ¿Cómo podría asegurarme que hice todo lo posible para estar bien en la relación antes de terminarlo? Haz una lluvia de ideas.
Por ejemplo, leer libros y aplicar los conocimientos, trabajar individualmente, mejorar la comunicación, ir a terapia (individual o pareja) etc.
2. ¿Cuál sería el peor arrepentimiento?
A veces ayuda preguntarse esto para saber que es lo más queremos evitar. La mejor decisión sería entonces aquella que evita el arrepentimiento mayor.
Por ejemplo: No sabes si comenzar una relación con alguien de tu trabajo. ¿Cuál sería el peor arrepentimiento? ¿Que me despidan por no seguir las normas de la empresa? o ¿Que no tenga la oportunidad de construir algo lindo con esta persona que me gusta?
Por supuesto, esto sólo tú lo puedes contestar. Tal vez te da mucho miedo perder tu trabajo porque de ello depende toda tu familia e incluso familia extendida, no te puedes dar el lujo de arriesgarte. Aunque te gusta esta persona, lo peor para ti sería quedarte sin trabajo, no estás dispuesto a arriesgar eso. O tal vez nunca has tenido una relación duradera, crees que estás listo y esta persona realmente te ha demostrado confianza. Lo peor sería perder esa oportunidad de estar en una relación comprometida y profunda. Lo que menos quisieras arriesgar sería el no vivir este tipo de relación.
3. ¿Cuál sería el peor escenario si… y ¿podría vivir con eso? ¿cómo? y ¿qué es lo más probable?
A la hora de tomar decisiones, también puedes plantearte 1) el peor peor escenario, 2) si podrías lidiar con ello 3) cómo lo podrías hacer y 3) en realidad cuál es el escenario mas probable ya que nuestra fantasía tiende a pasarse de largo.
Por ejemplo:
- ¿Cuál sería el peor escenario de abrir un blog y compartirlo a mis conocidos y amigos? Que me critiquen y se burlen de mi.
- ¿Podría vivir con ello? Creo que sí, aunque me dolería.
- ¿Cómo podría vivir con ello? con el tiempo me podría acostumbrar y me acercaría a las personas que sí me apoyan. O si me molesta demasiado, podría dejar de escribir.
- ¿Qué es lo más probable? que la mayoría de mis amistades me apoyen, que muchos otros no lean mi blog y que tal vez un desconocido me haga un mal comentario de “troll” pero lo borre o responda de una manera asertiva.
4. Encuentra personas que ya hayan tomado la decisión con respecto al mismo tema y pregúntate cómo fue su proceso de decisión
Aunque las decisiones son personales, a veces ayuda encontrar a aquellos que ya pasaron por lo que tu estás viviendo. Podemos aprender mucho de la toma de decisiones de otros.
Por ejemplo, en ocasiones tememos que nuestros deseos más profundos no se puedan realizar porque no encontramos la manera de hacerlo posible, pero si vemos que alguien sí lo pudo hacer, entonces nos puede dar esperanza. Por ejemplo, mira esta serie periodística de Netflix “Cómo vivir libre de hipoteca con Sara Beeny” sobre personas que han logrado comprar una casa sin endeudarse. Mira opciones para tus decisiones difíciles. ¿Qué soluciones han encontrado otras personas?
Sobre tirarse al agua
Uno puede hacer todo tipo de preparaciones y reflexiones, pero siempre hace falta un último paso: la valentía de tirarse al agua. Es el último acto que no tiene que ver con “cómo” si con simplemente hacerlo.
Es el momento que puede dar mas miedo, sin embargo si hemos hecho todo el trabajo previo entonces es momento de dejar de pensar y dar el salto.