¿Pero cómo me conecto? El misterio para el apego evasivo
¿Pero cómo me conecto? el misterio para el apego evasivo
¿Te han descrito como “desprendido,” “en tu propio mundo,” “insensible,” “frío,” “distante” “lobo solitario,” “adicto al trabajo.”?
Estas son algunas palabras asociadas al apego evasivo.
Una “forma de amar” o “una adaptación” en donde necesitas mucha independencia, autonomía y te sientes incómodo con un nivel de intimidad muy alto, con emociones vulnerables, con la dependencia.
La persona que tiene un estilo de apego evasivo le cuesta conectarse realmente con los demás, no sabe muy bien qué es esto de “conectar”.
En este post vamos a hablar sobre este reto.
El reto de “conectarse” y los malentendidos que vienen con ello en sus relaciones, el sufrimiento alrededor de ello.
Si eres una persona de apego evasivo y estas escuchando esto quizás te aburra o te incomode el tema y tengas ganas de simplemente no leerlo. Pero te animo a que te quedes y lo leas desde una perspectiva fresca.
Si tienes apego ansioso o seguro y estas leyendo este post, puede que te ayude a entender mejor a tu pareja, a tus familiares y a ti mismo.
Al principio de una relación las personas que tienen apego evasivo pueden usar la seducción, expresar el deseo de estar con alguien, mostrar entusiasmo, pasarla genial, pero cuando llega el momento de realmente conectar, ahí se pueden sentir perdidos o con cierta resistencia interna.
Y eso por supuesto puede ser muy difícil y frustrante para el otro.
La pareja, si tiene un estilo de apego seguro o ansioso, tiene la expectativa de poder conectarse emocionalmente en la relación, aunque no lo diga expresamente, va a salir. Y cuando salga, ahí habrá choque, a veces sutil, a veces muy fuerte.
Pero ¿qué significa “conectar”?
Para muchas personas, conectar puede significar varias cosas:
1 – Sentirse querido, desde su “lenguaje del amor” por ejemplo, tener tiempo de calidad, contacto físico, afecto, abrazos, besos, palabras de afirmación como “te amo”, “te extraño” etc.
2 – También puede significar hablar de emociones, es decir que cada uno pueda expresar sus miedos, sus dolores, sus ansiedades, sus tristezas y sentirse escuchado, entendido, aceptado.
Ejemplo
Imaginemos una situación común: Julio y Lucia.
Julio tiene apego evasivo.
Llevan 1 año de relación, la rutina se ha asentado un poco y tienen la idea de irse de vacaciones cortas, van al lago de Atitlan, en Guatemala.
Lucia va pensando que este viaje servirá para conectarse con Julio, mientras que él lo ve como una escapada, un momento de disfrute y paz con su pareja.
Van a cenar por la noche, se sienten contentos, charlan de diferentes cosas, Lucía mete un poco el tema de la relación pero Julio no tiene muchas ganas de hablar de ello.
Cuando regresan al hotel, Lucia le dice: no hablamos mucho de nosotros, ya llevamos un año, he estado muy contenta. Julio le dice: yo también amor, ha sido un tiempo excelente y cambia el tema.
Lucía dice: si.. pero no sé porqué cambias tema, yo quería conectarme contigo mas en este viaje.
El lenguaje del amor de Lucia son las palabras de afirmación y quisiera escuchar de el cosas como “eres el amor de mi vida”, o “me encanta pasar tiempo contigo”, le gustaría sentirse re-afirmada, también quisiera escuchar “hemos pasado por algunos retos, pero estamos mucho más fuertes” pero nada de eso dice su pareja y empieza a sentirse frustrada, en el fondo con miedo a que realmente no lo sienta.
Y le dice a Julio: es que yo necesito sentirme conectada contigo, necesito saber que me quieres, que me lo digas.
Julio no entiende. Se dice a si mismo, “Dios mio pero qué mas quiere Lucia de mi”. “Fui yo quien le propuse venir, estoy pagando todo, tuvimos relaciones ayer, he estado super cercano a ella, la pasamos genial en la cena, riendo y disfrutando y ahora me dice que no “conecto” con ella, ¿que le pasa? nunca es suficiente con ella, no sé que diablos se refiere con conectar.
Julio le dice: “ya, y es que para ti nada de lo que hago es suficiente”.
Lucía se siente muy frustrada, ella no quiere decirle eso en realidad, mas bien solo tiene ganas de conectar mas.
Y a esto me refiero con la expectativa de conectar.
La mayoría de las personas lo tienen, pero aquellos con un apego evasivo, lo tienen bloqueado.
No es que no necesiten conectar, sino que es como que tienen enterrado ese anhelo, porque en mayor o menor medida, lo tuvieron que suprimir.
Veamos otro escenario.
Adriana y Fernando.
Aquí es Adriana la que tiene un apego evasivo.
Fernando y Adriana llevan casados varios años, Adriana es una ingeniera y tiene un trabajo demandante, suele tener un pensamiento muy lógico y racional. Fernando es un administrador de las empresas de su familia y tiene que lidiar con mucha carga laboral pero también emocional.
Fernando es de los que necesita hablar y sacar las cosas de su mente y su pecho, últimamente ha tenido muchos roces con sus hermanas en la empresa.
Le dice a Adriana: “estoy tan cansado con la situación de mi trabajo, mis hermanas no entienden lo que yo realmente quiero hacer con el negocio, quiero contarte lo que pasó en la reunión”.
Fernando desea un momento para conectarse con Adriana, quiere su escucha, su empatía, pero Adriana se centra en la solución del problema.
Ella le dice: “vamos a estar eternamente hablando de esto, lo que tenes que hacer es tomar una decisión y ya, te estas ahogando en un vaso de agua”.
Fermando se molesta y le dice: “yo necesito hablarlo y que me entendas” y Adriana hace una mala cara, él se levanta de la mesa y se va con enojo.
Adriana se dice a si misma: “yo no entiendo qué es lo que quiere de mi, ya le he aconsejado cientos de veces, pero tampoco puedo quedarme ahí todo el tiempo lamentándome con él”.
Lo que Adriana no se da cuenta es que para Fernando, con que ella le diga: “sé que esta es una situación dificil” le escuche y sienta con él, ya es suficiente.
Le cuesta darse cuenta que Fernando está buscando un momento para conectarse con ella.
Adriana casi no le cuenta tampoco nada muy emocional de su lado, cuando le pregunta ella contesta con todo bien o con tengo algunos problemas, pero los voy a resolver.
Extracto de “El Poder del Apego” de Diane Poole Heller
Ahora, te presento un extracto del libro “El Poder del Apego” de Diane Poole Heller, hablando sobre el apego evasivo.
Ella lo habla incluyéndose a ella misma.
Aqui va:
“Es comprensible que, cuando crecemos con una adaptación de evitación, a menudo nos aislamos de otras personas.
(ella en vez de llamarle apego evasivo, lo llama adaptación de evitación)
Estar solo puede parecer el estado natural y maduramos con un fuerte sentido de ser separados.
Preferimos hacer las cosas por nuestra cuenta, en lugar de pedir ayuda o unirnos a otros en proyectos mutuos, o formamos relaciones menos problemáticas con objetos inanimados (posesiones) o amigos no humanos (animales y plantas).
A veces, el anhelo por los demás puede surgir y en esos momentos quizás no nos guste estar solos; incluso puede sentirse devastadoramente doloroso, pero no nos damos cuenta de que existe otra manera de ser.
Simplemente no sabemos cómo es vivir en un campo relacional cómodo.
Muchas personas evitativas pueden sentirse como marginados o aliens, como si su nivel de aislamiento los convirtiera en un ser completamente diferente.
Debido a que nuestro plano relacional original nos dice que las relaciones no son nutritivas, crecemos desvalorizando la conexión interpersonal.
Típicamente no buscamos a otros porque no esperamos que estén ahí para nosotros o que satisfagan nuestras necesidades.
Si crecimos experimentando las relaciones como predominantemente negativas y dolorosas, tiene sentido que no las busquemos ni confiemos en ellas como adultos.
En nuestra memoria implícita, estar cerca de otros no fue una buena experiencia. Podemos tener varias amistades, pero pocas o ninguna que realmente involucren una relación profunda e íntima a lo largo del tiempo.
Sexualmente, podríamos preferir las aventuras de una noche o la masturbación en solitario sobre las conexiones íntimas duraderas con otros. E incluso cuando decidimos estar en una relación, podríamos tener problemas para expresar nuestro compromiso con nuestra pareja de una manera confiable y afectiva.
Incluso puede que no extrañemos a las personas que son importantes para nosotros cuando se van.
Podemos sentir un alivio cuando las personas nos dejan físicamente al principio, ya sea por trabajo, viajes, divorcio, una especie de “euforia de separación” temporal, ya que la presión de conectarse desaparece por un tiempo.
Y puede que no seamos muy conscientes del nivel de desconexión con el que vivimos hasta que comenzamos a sanar. Para las personas evitativas, el sistema de apego está hipo-activado, es decir muy poco activo.
Es como si una parte de nosotros estuviera apagada porque no disfrutamos de una conexión cómoda y profunda cuando éramos más jóvenes, particularmente en los primeros años de vida.
Sin embargo, debajo de todo, seguimos anhelando la conexión, incluso si vivimos con un miedo no expresado al rechazo. Por esta razón, cuando alguien con apego evitativo se abre en una relación, puede sentirse increíblemente vulnerable.
Pero al igual que cualquier otra persona, con el tiempo podemos experimentar nuestro apego seguro innato, especialmente cuando encontramos una pareja o amigo que ofrezca una conexión confiable y afectiva. Podemos aprender a confiar en ellos y abrirnos al cuidado genuino que está disponible en la relación.
Fin del extracto.
Entonces, una persona con apego evitativo necesita entender que le cuesta conectarse emocionalmente porque lo pueden sentir como un peso, una confunsión, algo aburrido, algo cursi.
Conectarse es importante para todos y no es “un capricho”, no es “ganas de darle vuelta a un problema” no es “demandar de más”.
En una relación o incluso con alguien con quien estamos saliendo, conectarse es una expectativa que está ahí y no se va a ir.
Entonces la salida no es evadirlo, sino que es paradójicamente re-conectarse con ese deseo de conectarse que estaba desde pequeño, pero que lo ha tenido que enterrar para adaptarse a padres que no pudieron darle esa seguridad emocional.
Las personas con apego evasivo se adaptaron a un ambiente frío, con poca conexión emocional, con negligencia o rechazo y ¿cómo lo hicieron? volviéndose muy independientes, autónomos y con esta sensación de “no necesito de nadie”, y “no necesito sentir demasiado” por supuesto, sé que hay diferencias individuales y grados, pero estoy generalizando.
Cuando estan en pareja, pueden realmente amar y querer, sin embargo, les será un reto cuando su pareja inevitablemente pida ese “extra” o al menos así es percibido, de conectarse.
Cuando la pareja se enoja por no recibir tiempo de calidad, palabras de amor, escucha o detalles o cuando demanda un tiempo para hablar de sus emociones y escuchar las de su pareja, no es que “otra vez no son suficientes o lo están haciendo todo mal” si no que es el deseo natural de continuar con la profundidad de la conexión y eso es lo que normalmente no ven.
Ese es el mayor malentendido por llamarlo de alguna manera, de una persona que tiene apego evasivo.
Es el “nunca llego” es el “siempre me pone una vara más alta”, es el “no hago nada bien” porque observan a su pareja como alguien que siempre está pidiendo y pidiendo algo que ya debería de darse por supuesto que está. Pero es que una de las mayores cosas que piden es esa conexión emocional, tan natural que ellos han tenido que bloquear, a ciertos niveles. (Con diferencias individuales)
Soluciones
Entonces para la persona de apego evasivo, lo que le sirve hacer es darse un viaje por su pasado y darse cuenta de cómo sus necesidades emocionales probalmente no han sido satisfechas, y que eso ha dolido y que para manejar el dolor, han tenido que adaptarse.
La terapia puede ser una buena vía, tambien siempre recomiendo el libro “Abrazame Fuerte de Sue Jonshon y otro de Sue Johnson también que se llama Love Sense: The Revolutionary New Science of Romantic Relationships.
Les sirve probar hacer cosas un poco distintas y ver los resultados.
Por ejemplo, ya sabiendo qué es conectar emocionalmente y que su pareja no está demandando algo irrealista o caprichoso, respirar y atravesar el miedo, y expresar sus emociones de afecto, de amor, quedarse con las emociones de su pareja un rato en vez de intentar solucionarlo y sólo ver el resultado. El resultado es lo que va a dar confianza y esperanza.
Normalmente cuando hagan esto recibirán de su pareja calma, alegría, emoción, afecto. Estas son las experiencias que necesitan tener.
Espero que este post te ayude, un abrazo,
Natalia